sábado, 7 de abril de 2012

Miedo

De todas las características humanas, el miedo es una de las más habituales, y más que una debilidad debe entenderse como un mecanismo natural de defensa, ya que si no sintiéramos miedo, dolor, etc... estaríamos destinados a una vida notablemente más corta, y lógicamente eso va en contra de la perpetuación de la especie.

El miedo nos hace huir cuando la amenaza acecha... cuando nos sentimos superados... cuando estamos expuestos.

Un ejemplo claro es un bebé. Cuando empieza a andar y puede usar con autonomía sus extremidades... todo lo explora, todo lo coge, todo lo toca... aunque implique meter la mano en el fuego de la cocina. No tiene miedo y por tanto no está condicionado a hacer lo que sus impulsos le sugieran. En este caso, el mecanismo del miedo se instala cuando el bebé se quema y llora... siente dolor, y el miedo queda fuertemente fijado para procurar que la próxima vez tan ingrata sensación y un riesgo mayor no se repitan.

Lo curioso del miedo es que la mayoría de las veces es infundado porque se confunde con la incertidumbre o se genera en nosotros frente a lo desconocido, y conforme crecemos y más complicados nos hacemos, más posibilidades hay de tener miedo, ante problemas, preocupaciones, etc... volviéndose patológicamente constante y haciendo que nuestras vidas sean un contínuo temor por todo, provocándonos inseguridad, estrés, ansiedad, etc...

Nos cuesta dejar de tener miedo, incluso cuando el riesgo es infundado o la posibilidad de que ocurra algún mal lejana. Me remito al proverbio chino que reza:

"Quien teme sufrir, sufre de temor"

Por otro lado, cuantas veces hemos escuchado el relato del rey que daba a elegir a sus enemigos capturados entre morir, o atravesar la "puerta negra", y ante el horror de pensar lo que habría tras la puerta negra, todos elegían la muerte rápida, en la ignorancia de que la puerta negra les llevaba a la libertad.
Tengamos en cuenta no obstante, que no tener miedo no es ser valiente, es ser un insensato. El mérito está en vencer ese miedo y ser capaces de superarnos.

El miedo nos condiciona fuertemente, y muchas veces, es infundado. Obedece más a temores artificiales, clichés, artificios sociales o propia ignorancia que a un riesgo real. ¿Cuantas veces dejamos de probar un helado de un nuevo sabor porque ya sabemos que nos gusta el de vainilla y tenemos miedo a equivocarnos...? Nos sujetamos a lo "seguro" en detrimento de los desconocido, sin valorar que lo nuevo no tiene porqué ser malo, es más... puede ser aún mejor.

Hay un arraigado refrán, que suele hacernos un flaco favor, muchas veces sin querer:

"Más vale malo conocido, que nuevo por conocer" 

Y remarco nuevo, y no bueno, como suele escucharse habitualmente, porque si fuera bueno seguro (y no solamente nuevo) entonces eso sí que es ya incongruente... entonces no tenemos miedo a lo desconocido, tenemos un problema serio de criterio... ;)

En nuestra vida ocurren cambios constantemente, y en nuestra mano está el adaptarnos con éxito a ellos. El miedo debe ayudarnos, pero no debe lastrarnos. Deberíamos procurar ser suficientemente despiertos como para ser capaces de discernir cuando estamos ante un riesgo real, o ante una eventual oportunidad no valorada con objetividad, procurando no ser arrastrados por la inercia de nuestra mente entumecida por lo rutinario y que ya "controlamos", víctimas de nuestra propia pereza.

En mayor o menor medida la vida no está exenta de riesgo, y hay que asumirlo... valorando dicho riesgo en su justa medida para que no nos impida disfrutar y teniendo muy presente, que a veces hay que apostar si se quiere obtener premio, sin ser víctimas de nuestros propios prejuicios y procurándolos desterrar de nuestra mente lo antes posible.

"Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar." (Paulo Coelho)

1 comentario:

  1. Efectivamente, el miedo es una defensa, pero que con los años se convierte en una barrera a superar. Cuantas cosas se pierde uno por quedarse quieto muerto de miedo...
    Y en el peor de los casos, si fracasas, ¡aprendes algo! bien sabido es, que de los errores es de donde más se aprende y seguro que mejoras como persona.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario. Así nos enriquecemos todos ! ;)